domingo, 7 de febrero de 2016

AUTORES INDIES

Cuando mi amigo me comentó que tenía dos libros publicados en Amazon, pero que no estaban en papel, enseguida me compré una tablet para entrar en ese mundo desconocido para mí, es decir el de los escritores que tienen que hacer ellos solos todo el trabajo. Muchas personas me hablaban del ebook, pero yo me resistía a cambiar, pues lo que me gusta es tener los libros en mis manos.
Escribe con un seudónimo J.A. BECKETT y por supuesto sus dos historias fueron las primeras con las que me hice.

LA MUERTE  SABE A BLUES

No soy muy aficionada al género de novela negra, leo básicamente historia, ensayos y biografías, También disfruto con la novela histórica. Con este me divertí bastante y el segundo ¡ENTRE LAS HOJAS MUERTAS! lo tengo en lista de espera



A raíz de ésto, el año pasado decidí que me dedicaría a descubrir a escritores nuevos. Ahora conozco tantos que no doy a basto, algunos ejemplares los compro y otros me los descargo gratis ¡ojo! siempre que se pueda, pienso que es duro...aunque se haga por afición, trabajar tanto para que la recompensa sea solo que les leamos, sin que a ellos les reporte ningún beneficio económico.










Una vez metida de lleno... el siguiente libro que me gustó fue el de María José Moreno, BAJO LOS TILOS, hace poco lo he recibido en mi domicilio firmado por la autora. Lo he leído dos veces, la primera en la tablet y la segunda en papel, para mí la diferencia es enorme, me quedo con el último.





Aún no lo había acabado cuando ella misma recomendó de Josep Capsir, LAS LEYES DE HERMÓGENES,  pero no me lo podía descargar, así es que contacté con él y me lo hizo llegar en pdf, aquello me impresionó gratamente y el día 23 de Abril, festividad de Sant Jordi, me fui a Barcelona para que me firmara el libro que presentaba. No pensaba que los escritores podían ser tan cercanos, me había acostumbrado a verlos en los medios de comunicación y alguna vez firmando; solo levantaban la cabeza para preguntar a la persona que tenían delante el nombre y supongo que poniendo a todos la misma dedicatoria. Ese mismo día antes de acudir a conocer a Josep Capsir, pude comprobar como una señora que el único mérito que tenía era salir en la televisión vistiendo glamour, firmaba su libro y tenía tanta gente esperando que me fui bastante enfadada, pensando no volver nunca más, pues a su lado se encontraban buenos autores y nadie les hacía caso.


Desde entonces son ya bastantes los libros que he leído, algunos me han gustado mucho, otros se me han atragantado y los he dejado, cosa que no solía hacer, pero me he dado cuenta que es una pérdida de tiempo cuando hay tantos buenos esperando.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es ver como se ayudan entre ellos, se hacen publicidad unos a otros o ellos mismos, tan diferente de esos otros famosos engreídos que les molesta cuando un novato alcanza el éxito y no digo lo de novato en sentido despectivo (como un día escuché decir a uno de los que están en la colina) al contrario tienen toda mi admiración. Espero que a estos nuevos autores no se les suba el éxito a la cabeza.





La semana pasada conocí a Lola Mariné, de la que ya he leído tres de sus historias, me ha parecido una persona cercana y nada prepotente. He podido hablar con ella de tú a tú y me he dado cuenta de que tenemos varias cosas en común, además de la lectura.
Pasamos una mañana como lo hacen dos amigas y eso visto desde mi perspectiva de lectora es alentador.



De Mercedes Pinto Maldonado, también he leído cuatro de sus libros, aunque todos me han gustado, me quedo con Maldita.
Quizás quien la haya leído pueda pensar que es una historia un poco irreal, pero a mí me resultó muy tierna.
Solo conozco a la escritora a través de Facebook y algún que otro mensaje privado, pero alguna vez me gustaría poder encontrarla personalmente.



La Interpretadora de Sueños, me situó en Praga donde hacía pocos meses había pasado mis vacaciones, me lo prestó una amiga y por supuesto ahora lo tengo. Ha sido uno de los que me he regalado en Navidad y Reyes.
Tampoco conozco a Rafael R. Costa. No sé si alguna vez se acercará por Barcelona, pero si es así, allí estaré.

Por si tenía pocos en mi biblioteca, ahora mi tablet está cargada de libros. Primero los leo y los que me gustan en cuanto puedo se los pido a sus autores y me encanta cuando el cartero me los entrega.
Aunque la tablet me acompaña muchas veces, sigo eligiendo el libro en papel.